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lunes, 10 de junio de 2013

¿Por que no puedo resistirme a un snack?

Descubre las fórmulas químicas y los procesados a los que se someten los snacks y la comida rápida para que nos hagamos adictos a su consumo.

Un nuevo libro revela más secretos sobre la comida basura: “Sal, azúcar y grasas: son los gigantes de la alimentación que nos van enganchado”. Su autores Michael Moss, ganador del premio Pulitzer en 2010 por una serie dereportajes de investigación sobre la cadena de fallos que provocó lacomercialización de carne contaminada.

La claveestá en el “punto de felicidad”, que es cómo los fabricantes describen los nivelesde azúcar, grasa y sal en los alimentos procesados.
Después detres años de investigación y de muchas conversaciones con ejecutivos ycientíficos de multinacionales como Pepsi, Kraft, Unilever, Mars y Kellogg,Moss descubrió que en el centro de la estrategia de las empresas está en esaimpía trinidad formada por la sal, el azúcar y la grasa.

Los fabricantes quieren lograr un vínculoperfecto entre la comida y la sensación de bienestar que se produce en elcerebro de los consumidores después de tomar algo apetitoso.
Suobsesión es que volvamos a más cuanto antes, por lo que la industria se haobsesionado con encontrar este "punto de felicidad".
De hecho,para conocer el poder sensorial de los alimentos, realizan estudios deexploración de resonancia magnética que sirven, por ejemplo, para ver cómoactúa el azúcar en el cerebro, y los resultados son espeluznantes, ya que alparecer tendría el mismo efecto que la cocaína.
Junto conel azúcar, la sal y la grasa forman un trío de sabores fascinante que,según afirma Moss, hacen que sea imposible resistirse, superando nuestrasreservas de autocontrol y haciendo que nos lancemos compulsivamente al consumode ciertos alimentos.

La sal, al igual que el azúcar,también es refinada para potenciar su sabor y acelerar su metabolización. “Unapráctica que lleva más de dos décadas utilizándose para elaborar las patatasfritas, y el principal ‘truco’ que las hace irresistibles”.
Estaobsesión llega a tales extremos que se han justificado conductas poco éticascomo alterar la composición química de ciertas sustacias (se usan potenciadorespara aumentar la dulzura del azúcar hasta 200 veces) o modificar las cantidadesrecomendadas.

Mossconvenció a tres de los mayores fabricantes para dejarle probar sus productoscon niveles significativamente reducidos de estos tres ingredientes. "Sinsal, las galletas saladas han perdido su magia. Sabían a paja, parecía queestaba masticando cartón y no tenía ningún sabor".
Elescritor afirma que los fabricantes adoran la sal porque apenas es un poco máscaro que el agua, tiene "poderes milagrosos" y aumenta el atractivode los alimentos procesados.
Lo mismoocurre con las sopas, carnes, panes... "Si quitas un poco de sal o azúcaro grasa de los alimentos procesados, ya no sabrán igual".

Además, lafórmula varía según los países y los destinatarios finales de los productos. Losestudios muestran que el punto de felicidad para los niños puede tener uncontenido de azúcar del 36 por ciento, tres veces más que en los adultos.
Esto nosolo aumenta el riesgo de sufrir sobrepeso u obesidad, sino que incrementa lasposibilidades de contraer diabetes, asma y hasta esclerosis múltiple,según revelan varios estudios.

Los médicos están cada vez máspreocupados por el efecto de la fructosa (otro de los componentes estrella), porque el cuerpo noprocesa igual el jarabe de fructosa que el azúcar natural. "Estossustitutos, explica Moss, aumentan los niveles de grasa en sangre asociados conlas enfermedades cardiovasculares”.
Unareciente investigación de la Universidad de Yale, avalada por la American MedicalAssociation, concluyó que el consumo de esta sustancia puede provocarhipertensión, gota o diarrea.

Incluso se sospecha que pudierahaber una relación entre estos productos y el aumento de los casos de obesidad,considerada ya una epidemia mundial.
"Hedescubierto que muchos de los ejecutivos que hablé con salir de su camino paraevitar sus propios productos," dice, "sobre todo si se han topado conproblemas de salud."
A la vistade estos datos, además de limitar el consumo de comidas procesadas y leer bienlas etiquetas, quizás sea preferible comer alimentos frescos y hacer ejerciciocon regularidad para mantenerse en forma, ¿no crees?
Fuente: Daily Mail

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