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sábado, 16 de noviembre de 2013

El colorante de caramelo

El colorante de caramelo
Expertos estadounidenses proponen analizar el colorante de caramelo que aporta el color marrón a las bebidas de cola.


Los colorantes alimentarios son quizá los aditivos que más polémica suscitan. Su uso es estético, es decir, mejoran el aspecto del producto final y lo hacen más apetecible o, en otro caso, reemplazan posibles pérdidas de color de los alimentos durante su procesado. Por tanto, ¿son necesarios? Diferentes estudios avalan que, en su mayoría, la aceptación depende de su aspecto y, por tanto, de su color. El consumidor se guía a menudo de la vista. Esta es la principal razón por la cual los colorantes se han convertido en imprescindibles en la industria alimentaria, siempre y cuando estén aceptados y no haya riesgo para la salud del consumidor. Las últimas noticias acerca de su uso provienen del Centro para la Ciencia y el Interés Publico (CSPI), un grupo de vigilancia de alimentación e inocuidad alimentaria que propone a la Administración de Alimentos y Fármacos estadounidense (FDA) que analice el colorante de caramelo que aporta el color marrón a las bebidas de cola.
El CSPI pide la prohibición de los colorantes de caramelo en estas bebidas, ya que para obtenerlos se utilizan amoniacos y sulfitos que contienen 2-metilimidazol (2-MI) y 4-metilimidazol (4-MI), compuestos catalogados como cancerígenos en estudios con animales. La CSPI insiste en que se cambien las etiquetas y se modifique "color caramelo" por "colorante modificado químicamente" o "colorante de caramelo obtenido bajo un proceso amoníaco-sulfito", con el fin de evitar confusión entre los consumidores. La Asociación Nacional de Fabricantes de Bebidas Refrescantes Analcohólicas (ANFABRA) asegura que son compuestos seguros y presentes en una gran variedad de alimentos, no solo en las bebidas de cola.

Argumentos a favor del colorante de caramelo
Se calcula que un adulto debería consumir mil latas de cola al día durante 70 años para alcanzar niveles perjudiciales para la salud
El colorante de caramelo es seguro para el consumidor, según ANFABRA. Además, las autoridades sanitarias de todo el mundo lo avalan. Insisten en que el compuesto 4-MI en el caramelo se produce también al tostar o cocinar alimentos y, por tanto, se detecta en varios alimentos que se consumen de forma habitual, como el pan, el café o algunas salsas. Sustentan que el colorante está autorizado por la FDA y por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y que se emiten de manera periódica informes acerca de la seguridad del mismo.
De acuerdo con la ANFABRA, el CSPI no tiene fundamentos para afirmar que el colorante de caramelo puede suponer un problema para la salud del consumidor. Defiende que esto no se basa en estudios contrastados, ya que ningún estudio demuestra sus efectos cancerígenos en humanos, tan solo está comprobado en ratones de laboratorio. Se calcula que para tener efectos cancerígenos, un adulto debería consumir 1.000 latas de cola cada día durante 70 años para alcanzar los niveles administrados en ratones estudiados. No obstante, algunas de las marcas más famosas de refrescos de cola han decidido cambiar la fórmula de las bebidas para evitar que en su etiquetado se obligue a advertir de un ingrediente cancerígeno.

Posibles efectos del colorante
Según el CSPI, los estudios experimentales en el laboratorio vinculan de forma directa el 4-MI con el cáncer en ratones, de aquí que el Estado de California, en EE.UU., haya decidido agregar esta sustancia a la lista oficial de sustancias cancerígenas desde el pasado 7 de enero de 2011. Sin embargo, también aclaran que aún no se han realizado estudios en cuanto el riesgo directo de estos compuestos químicos en humanos. El grupo CSPI pone en debate el uso de estas sustancias después de encontrar en un muestreo de bebidas de cola un nivel elevado de 4-MI, en concreto 29 miligramos, un número superior a la dosis permitida por día, según la Proposición 65. Esta es una Ley americana de la seguridad del agua potable y materiales toxicológicos, que se encarga de detectar sustancias químicas cancerígenas o tóxicas en el agua potable.
El comunicado emitido por el CSPI cita de forma textual: "(...) los colorantes elaborados con amoníaco o con procesos amoníaco-sulfito contienen carcinógenos y no deben estar presentes en alimentos y, en todo caso, no deberían estar camuflados en un tan inocuo como 'colorante de caramelo' (...)". Las cartas están sobre la mesa, pero las revisiones de datos de la FDA y de la Asociación Estadounidense de Bebidas (ABA) aseguran que la ingesta de estas sustancias y el riesgo de cáncer es insuficiente. De hecho, acusan al CSPI de sembrar el pánico sin motivo alguno.

COLORANTES ARTIFICIALES
Desde hace cientos de años, es habitual aportar color a los alimentos. Para llevar a cabo este proceso, se utilizaban extractos vegetales o pigmentos minerales cuya toxicidad era muy elevada. Por ello, durante el siglo XX se prohibieron la gran mayoría de colorantes artificiales y se consiguió la obtención de colorantes orgánicos sintéticos, con un riesgo mucho menor. Hay una gran heterogeneidad según cada país. En algunos como Noruega, están prohibidos la gran mayoría de ellos, mientras que en otros como Reino Unido utilizan algunos que en el resto de la Unión Europea no se pueden usar. Lo mismo ocurre en cuanto a la autorización en la UE y en EE.UU., con lo que también provoca problemas para llevar a cabo el comercio internacional.
Desde siempre, estos colorantes han sido y son motivo de estudio por parte de las autoridades competentes, debido a la preocupación por su seguridad. El consumidor, cada vez más entendido en aspectos de seguridad alimentaria, presiona para que se utilicen aditivos más naturales en sustitución de sus homólogos artificiales. Incluso esto ya se ha conseguido en gran medida, lo que supone un importante avance para la tecnología de los alimentos.


Disponible en: http://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/sociedad-y-consumo/2012/03/21/208174.php

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Afirman que con sólo bajar de peso el 5% se puede mejorar la salud

Afirman que con sólo bajar de peso el 5% se puede mejorar la salud.


Mar Del Plata. Corresponsal - 09/11/13

“Dios nos ha hecho distintos, tenemos diferentes formas, tamaños, por eso es que no hay que estar muy flacos para estar sanos”, aseguró en Mar del Plata el especialista el medicina del comportamiento, el médico estadounidense John Foreyt, para quien con una perdida del 5% del peso corporal “ya se producen significativas mejoras para la salud”.
Para lograrlo, explicó, es necesario modificar hábitos poco saludables a partir de pequeños cambios conseguidos diariamente, una tarea nada sencilla puesto que “los hábitos tardan en morir”.
Esta fue una de las conclusiones a las que se arribó en el Congreso Argentino de Nutrición, que cerró ayer en Mar del Plata luego de tres días de plenarios y conferencias en las que cientos de nutricionistas abordaron una agenda diversa, haciendo foco principalmente en los cambios de hábitos y la nutrición responsable.
“Evidencias para la acción”, fue el lema del congreso.
“Se trata de mostrar las evidencias de la nutrición responsable, generando los cambios necesarios y personalizando el tratamiento para obtener objetivos terapéuticos combinados. Así mejora la salud y la calidad de vida de las personas”, sostuvo Ricardo Basile, médico a cargo de la presidencia de la edición 19 del congreso.
Por eso uno de los especialistas invitados a dar una conferencia plenaria fue John Foreyt, que dirige el Centro de Investigación en Medicina de Comportamiento del Baylor College of Medicine de Houston, Texas. Foreyt llevó adelante un estudio que involucró a más de cinco mil pacientes diabéticos y con obesidad, seguidos caso a caso durante una década. Aún hoy, muchos de esos pacientes siguen bajo control médico.
“El estudio –dijo a Clarín – prueba cómo con pequeños cambios en los hábitos de las personas se obtienen resultado muy significativos que hacen a una vida saludable”. La concepción de esos cambios se dan a partir de distintos aspectos que Foreyt focalizó: el principal, dijo, es la concientización: “qué es lo que comemos, cómo lo comemos, hay que tener conciencia sobre las elecciones”, sostuvo.
El segundo: la energía física. “Caminar 35 minutos por día, durante cinco días a la semana, a largo plazo produce cambios muy importantes”. El tercero: abordar los factores psicológicos que puedan ser un obstáculo, como el estrés, la depresión, el aburrimiento.
Otro de los pilares se relaciona con el sistema de apoyo, basado en la familia y los amigos. “A una de mis pacientes, el esposo no sólo no la ayudaba, sino que la perjudicaba: temía que ella, al bajar de peso, terminara dejándolo. Eso no lo ayudó a él: ella lo dejó”, comentó.
Por último, dijo, las metas deben ser realistas, porque es mejor perder peso paulatinamente que perder mucho rápido para luego recuperarlo. “Lograr un cambio permanente es un proceso, no un resultado –aseguró–. Para poder cambiar nuestros hábitos debemos centrarnos en ellos todos los días, y ser conscientes de las barreras para el cambio que acechan a nuestro entorno. La vigilancia eterna es clave para el cambio a largo plazo. Es duro, pero se puede hacer si se trabaja todos los días”.

Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/Afirman-bajar-puede-mejorar-salud_0_1026497471.html

lunes, 11 de noviembre de 2013

Sintomatología y detección de la Enfermedad Celiaca

  Sintomatología y detección de la Enfermedad Celiaca

Se estima que la enfermedad celiaca afecta a un 1% de nuestra población siendo todavía una patología considerablemente sub-diagnosticada. Tal situación se debe en parte a la desinformación, tratando alguna de sus expresiones como si fuera otra patología, sin descubrir el verdadero origen de la misma y en parte a la ausencia de síntomas en muchas personas que la padecen, dificultando de este modo su detección precoz.
Es un trastorno que aparece en personas genéticamente predispuestas, en cualquier etapa vital. Si bien su detección es más frecuente en la infancia producto de una sintomatología  más específica, en países desarrollados se detectan cada vez más casos dentro de la población adulta.
Para que se desarrolle la enfermedad es preciso, además de la predisposición genética, un factor ambiental que actúe como desencadenante: la incorporación en la alimentación de productos o harinas que contengan gluten (trigo, avena, cebada, centeno), el padecimiento de infecciones virales o no, situaciones de stress físico o emocional. En el caso de las mujeres, el parto podría actuar de desencadenante, como así  también en mujeres  y hombres cualquier intervención quirúrgica abdominal.
Es una enfermedad de origen genético pero no hereditaria. Sin embargo, el hecho de que una persona sufra la enfermedad hace que aumenten las probabilidades de que sus familiares la padezcan, en comparación a la población general.
Existe además asociación con otras enfermedades genéticas y autoinmunes. Tal es el caso del Síndrome de Down, Enfermedad de Addison, Síndrome de Sjögren (ojo seco), Síndrome de Turner, Alopecía Areata, Diabetes I, Enfermedad Tiroidea, Psoriasis, Vitiligo, Artritis Reumatoidea, entre otras.
Este trastorno es más común en personas de raza blanca y de origen indo europeo, si bien al momento la mayor prevalencia se ha encontrado entre el pueblo saharaui, cerca de Argelia (5% de la población total).
Asimismo, las mujeres resultan afectadas con mayor frecuencia que los hombres. De cualquier modo nada de esto es determinante pero tampoco estamos exentos de padecerla en el caso de no formar parte de estos grupos poblacionales.
Es mi intención en esta oportunidad referirme a la sintomatología que nos servirá para alertar sobre la posibilidad de encontrarnos frente a un caso de celiaquía, en aquellos pacientes sintomáticos.
Los síntomas pueden variar de una persona a otra, lo que dificulta aún más el diagnóstico. Algunos individuos presentarán síntomas gastrointestinales, en tanto otros tendrán manifestaciones “atípicas”, aunque este término parece estar quedando obsoleto al encontrar cada vez más casos de pacientes con este tipo de manifestaciones extra intestinales.
Las manifestaciones también serán diferentes  a lo largo de la vida. En la población infantil suele presentarse diarrea crónica pero también pueden sufrir estreñimiento, deposiciones muy olorosas producto de la presencia de grasas, náuseas o vómitos, distensión abdominal, defectos en el esmalte dental y cambio de color en los dientes, falta de masa muscular, escasa ganancia o incluso pérdida de peso, retraso del crecimiento, escasa estatura inexplicable, descalcificación, inapetencia, hiperactividad, irritabilidad y llanto fácil, es un niño al que se lo definirá como caprichoso e irascible.
En adolescentes se presentará frecuentemente dolor abdominal, falta de ánimo, dificultad de concentración, rechazo a la actividad deportiva y retraso en la aparición de la menarca en el caso de las niñas.
Las manifestaciones en adultos podrán ser: diarreas o estreñimiento, fracturas espontáneas, anemia persistente (no mejora o mejora poco con medicación), dermatitis herpetiforme, desnutrición, abortos espontáneos o impotencia, infertilidad, dolor abdominal recurrente, etc.
A modo de resumen podemos decir entonces que dentro de la sintomatología gastrointestinal más frecuente, asociada a la EC encontraremos:
  • Dolor y distención abdominal
  •  Flatulencia (gases)
  •  Alteraciones en el ritmo evacuatorio (estreñimiento o diarrea)
  •  Alteraciones del apetito (disminución o aumento)
  • Intolerancia a la lactosa, que suele desaparecer al poco tiempo de realizar una dieta libre de gluten (DLG)
  • Náuseas y/o vómitos
  • Esteatorrea (presencia de grasas en las heces)
  • Pérdida de peso inexplicable (por mala absorción de nutrientes). Si bien también puede cursar con peso normal o aumentado.
 
Otros síntomas frecuentes son:
  • Propensión a la formación de hematomas
  • Trastornos de la conducta (depresión o ansiedad,  disminución de la concentración)
  •  Fatiga
  • Caída del pelo
  • Ausencia de períodos menstruales y menarca tardía
  • Aftas bucales recurrentes
  • Sangrado nasal
  • Convulsiones
  • Hormigueo en manos o pies
  • Aumento del riesgo de desarrollar linfoma de células T
  • Infertilidad
  • Abortos a repetición
 
Además, producto del síndrome de mala absorción generalizado en los celíacos que no siguen una dieta Libre de Gluten (DLG), podrán presentar:
  • Osteopenia, osteoporosis por carencia de calcio y vitamina D
  • Anemia por carencia de hierro y vitamina B12
  • Calambres musculares por falta de calcio.
  • Hinchazón de piernas y cara, producto del edema a causa de la falta de proteínas en sangre.
Existen varias enfermedades que se asocian a la EC tales como: diabetes mellitus Tipo 1, dermatitis herpetiforme, tiroiditis autoinmune, deficiencia de Ig A, gastritis atrófica, síndrome de Down,  epilepsia, hepatitis autoinmune, alopecía areata, entre otras. Asimismo aumenta la probabilidad de sufrir linfomas si no se cumple la dieta libre de gluten.
Estudios recientes permiten asegurar que en los celíacos aumenta la posibilidad de padecer hipotiroidismo, hipertiroidismo y tiroiditis.
La finalidad de esta nota es alertar a quien pueda presentar alguno de estos síntomas que se asocian con EC y realice la consulta a un médico especializado en el tema, sin modificar previamente la alimentación para que los estudios de diagnóstico no se vean alterados, producto de la DLG y arrojen resultados falsamente negativos.
No son pocos los casos de pacientes que deambulan varios años  y son tratados por diversos motivos, antes de dar con un profesional que indique los estudios correspondientes para descartar o confirmar la celiaquía.
No me cabe duda que de indicar las pruebas de diagnóstico a toda persona que padece alguno de los síntomas que fui citando anteriormente, como así también a parientes en primer y segundo grado de celíacos ya diagnosticados, aumentaría considerablemente el número de celíacos , mejorando  su condición de vida al llevar entonces una DLG.
El diagnóstico de la enfermedad normalmente se establece realizando un examen de sangre y una biopsia intestinal que no reviste ningún riesgo. En algunos casos, se realizan también  pruebas genéticas.
No se trata entonces de adoptar una postura hipocondríaca, como tampoco una conducta de negación frente a las situaciones previamente descriptas.
Es mi intención evitar que un paciente celíaco, por no tratarse adecuadamente y lo antes posible, padezca alguna de las complicaciones graves que suceden cuando no se elimina por completo el gluten de su alimentación.
Quiera Dios que esta nota sirva para tomar conciencia de la envergadura de la situación frente a la que nos encontramos como sociedad y que tenemos en nuestras manos mejorar si le prestamos la debida atención.
 
Maria Cristina Alonso
Asesora Asociación Celiaca  Argentina

Puericultora UNSAM
Disponible en: http://www.meamomecuido.com

domingo, 3 de noviembre de 2013

Qué hacer para conservar la lucidez mental

La mente necesita ser ejercitada para un mejor funcionamiento. Tips para mantener el cerebro en forma.




La mente necesita ser ejercitada para tener un funcionamiento óptimo. Caminar de espaldas, hacer crucigramas, armar rompecabezas o leer en voz alta, son algunos ejercicios que pueden ayudar a agilizar la mente de las personas de la tercera edad. Esto disminuiría la posibilidad de desarrollar demencia o mal de Alzheimer.
No se deje estar, empiece ya a mantener activas sus neuronas para conservar la lucidez mental:
* Desafíe a su cerebro durante unas tres horas diarias con actividades mentales como leer, leer en voz alta, hacer palabras cruzadas, jugar a las cartas, memorizar números telefónicos o poemas.
* Haga vida social activa: a la hora de establecer vínculos se utilizan tantas destrezas mentales como para resolver problemas matemáticos. Vaya a un centro de jubilados, salgo con amigos, busque relaciones de acuerdo con el tipo de actividad que le interese.
* Vaya a sitios diferentes, adquiera una nueva habilidad como usar celular o computadora. Hable con sus nietos, interésese por sus gustos, pídales que le hagan escuchar algo de la música que les gusta.
* A la noche, antes de dormir, repase los hechos del día. La práctica de esta simple tarea ayudaría a conservar los recuerdos y cuidaría la memoria reciente, aquella que más sufre ante un estado de demencia.
* Aunque se haya jubilado siga trabajando en algo que le interese mientras le sea posible. Un voluntariado de pocas horas es una buena opción si no trabaja con remuneración.
* Trate de dormir ocho horas diarias. Si puede haga una siesta.
* Aprenda a manejar positivamente las situaciones que lo afectan.
* Haga gimnasia (para la tercera edad, taichi, aquaeróbics). Camine por lo menos tres horas por semana (no se asuste, es sólo media hora diaria).
* Practique equilibrio cuando esté parado durante mucho tiempo. Párese en una pierna el tiempo que sea posible y, al mismo tiempo, intente despegar el otro pie del piso.
* Alterne la mano que usa habitualmente para tomar los cubiertos, haga ejercicios de respiración, movimientos con los pies, camine de espaldas, haga ejercicios con los dedos de las manos, cruce los brazos como si se estuviera abrazando algo.
* Alimente su cerebro: ingiera pescado (sobre todo, de mar) y frutos secos. Elimine las grasas saturadas. Ver Qué comer y qué no comer para cuidar el cerebro.
* Deje de fumar, evite el exceso de alcohol, no abuse del ni las gaseosas cola.
* Cuide sus valores de presión arterial, glucosa y colesterol. Si están elevados siga las indicaciones de su médico.

Fuente: http://www.drcormillot.com

Lo que pasa en el cuerpo y el cerebro al dormir menos de 7 horas





Los especialistas de la salud sugieren que lo más recomendable es dormir ocho horas diarias. Sin embargo dada la rutina diaria y el ritmo diario acelerado, tener una buena calidad de sueño se ha vuelto un tema bastante complejo. En los últimos años, mientras se acortan las horas de sueño, los niveles de diabetes y sobrepeso han aumentado. ¿En qué se relacionan están estos fenómenos?
Un estudio realizado en la Universidad de Surrey, Inglaterra, reunió a siete voluntarios, quienes normalmente duermen de 6 a 9 horas. Los voluntarios se dividieron en dos grupos, a uno se le pidió dormir 6 horas y media, y al otro 7 horas y media. Una semana después los investigadores tomaron muestras de sangre.
Descubrieron que cuando los voluntarios dormían una hora menos, los genes asociados con procesos como inflamación, respuesta inmune y respuesta al estrés se volvían menos activos. También se notó un incremento en la actividad de los genes asociados con la diabetes y el riesgo de cáncer. Lo contrario ocurría cuando se añadía una hora de sueño.
En otro experimento con conclusiones también preocupantes, el periodista científico de la BBC, Michael Mosley  participó en un experimento inusual que nos revela algunos resultados increíbles. Mosley acudió al Centro de Sueño del hospital John Radcliffe  donde le colocaron un electroencefalograma portátil, un aparato que iba a medir su actividad cerebral mientras dormía.

Al día siguiente, Mosley fue al consultorio de la doctora Katharina Wulff para recibir un informe de lo que había captado el encefalograma. Mosley había caído de forma rápida en un sueño muy profundo. Lo que haría parecer que ha descansado muy bien, pero no es así, ya que el cerebro trabaja mucho durante el sueño.

Durante el sueño, el cerebro se encarga de hacer más espacio en la memoria. Es como eliminar archivos de su USB o carpeta en el disco duro y así poder almacenar nuevos archivos. Cuando no se completa el sueño, se corre el riesgo de que, los recuerdos que estaban en la memoria se pierdan ¡para siempre!

El mensaje y la conclusión de estos dos experimento son clarísimos: Si usted está durmiendo menos de siete horas cada noche podría perjudicar su salud física y mental. "Duerma hasta tarde, le hará bien", es la clase de mensaje en materia de salud que no se producen muy frecuentemente.


Por Paul Moreno para Sophimanía.

Fuente: BBC