Las personas que beben bebidas azucaradas todos los días tienden a
acumular más grasa abdominal profunda con el tiempo, sugiere una
investigación reciente.
El estudio de más de mil adultos halló que los que bebían al menos
una bebida endulzada con azúcar al día tenían un aumento más marcado en
la grasa abdominal profunda en los seis años siguientes.
Los investigadores dijeron que los resultados son preocupantes porque
ese tipo de grasa, conocida como grasa visceral, rodea a varios órganos
vitales y es particularmente malsana.
“La grasa visceral es el tipo que se asocia íntimamente con los
riesgos de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiaca”, advirtió Alice
Lichtenstein, vocera de la Asociación Americana del Corazón (American
Heart Association, AHA), que no participó en el estudio.
Los hallazgos, publicados el 11 de enero en la revista
Circulation,
distan mucho de ser los primeros en conectar a las bebidas azucaradas
con consecuencias de salud. Investigaciones anteriores ya habían
encontrado que las personas que consumen muchas bebidas azucaradas
tienden a tener unas tasas más altas de diabetes y enfermedad cardiaca.
Pero los nuevos hallazgos sugieren un “mecanismo” subyacente, dijo el
investigador líder, Jiantao Ma, del Estudio Cardiaco de Framingham y de
la Rama de Ciencias de la Población del Instituto Nacional del Corazón,
los Pulmones y la Sangre de EE. UU.
Los resultados del estudio se basan en 1,003 adultos de mediana edad
que participaron en un estudio más grande sobre la salud cardiaca. Los
investigadores usaron TC para medir los niveles de grasa visceral de
cada participante, al inicio del estudio y de nuevo seis años más tarde.
Al inicio, el 13 por ciento del grupo del estudio dijeron que bebían
al menos una bebida endulzada con azúcar cada día. Y en promedio, esos
hombres y mujeres mostraron el mayor aumento en la grasa visceral
durante los seis años siguientes.
En comparación con las personas que nunca consumían bebidas
azucaradas, los que las consumían a diario acumularon alrededor de un 27
por ciento más de grasa visceral, hallaron los investigadores.
Esto no prueba que las bebidas azucaradas en sí tuvieran la culpa del aumento en la grasa, dijo Ma.
Su equipo tomó en cuenta otros factores, como la edad, los hábitos de
ejercicio, el peso corporal y la ingesta calórica diaria de las
personas. Y es difícil culpar solo a un hábito de la dieta, dijo Ma.
Lichtenstein se mostró de acuerdo en que es probable que las personas
que consumen muchas bebidas azucaradas tengan otros hábitos poco
saludables.
“Las personas que consumen mucho azúcar añadido también tienden a
comer menos verduras, a hacer menos ejercicio, y pueden ser más
propensas a fumar”, planteó.
Las bebidas endulzadas con azúcar son solo una parte de un panorama
más amplio, dijo Lichtenstein. Pero añadió que eliminar esas bebidas es
una forma “fácil” de reducir el azúcar en la dieta.
“Es una manera de realizar un cambio positivo en el estilo de vida”,
aseguró Lichtenstein. “Y no es difícil. Por cada bebida endulzada con
azúcar, hay una opción sin calorías”.
Según la AHA, una lata de 12 onzas (355 mililitros) de refresco regular contiene unas 132 calorías de azúcar añadido.
Los hallazgos llegan poco después de las más recientes
recomendaciones dietéticas de EE. UU., publicadas el jueves. Por primera
vez, señaló Ma, las directrices se dirigen específicamente a los
azúcares añadidos, y exhortan a los estadounidenses a consumir menos del
10 por ciento de sus calorías diarias a partir de esos endulzantes.
Estos últimos hallazgos respaldan a esa recomendación, según Ma.
Los investigadores no encontraron ninguna conexión entre la ingesta
de refrescos de dieta y la acumulación de la grasa visceral. (Solo
tenían datos sobre los refrescos de dieta, no de otras bebidas sin
calorías).
Eso es tranquilizador, según Lichtenstein, porque algunos estudios
anteriores han encontrado una conexión entre los refrescos de dieta y
efectos nocivos para la salud, como un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
Pero eso, dijo, probablemente refleje el hecho de que muchas personas
comienzan a beber bebidas de dieta porque ya tienen sobrepeso u otros
factores de riesgo de la diabetes.
“Este estudio no respalda esos hallazgos anteriores sobre los refrescos de dieta”, comentó Lichtenstein.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Jiantao Ma, Ph.D., U.S. National Heart, Lung, and Blood
Institute’s Framingham Heart Study and Population Sciences Branch,
Framingham, Mass.; Alice Lichtenstein, D.Sc., professor, nutrition
science and policy, Tufts University, Boston; Jan. 11, 2016, statement,
American Beverage Association; Jan. 11, 2016,